El Departamento de Justicia de Estados Unidos presentó este martes una demanda antimonopolio contra Visa, acusando a la compañía de mantener ilegalmente un monopolio sobre las redes de tarjetas de débito en el país. Según la querella interpuesta en una corte de Nueva York, las prácticas de Visa han resultado en cargos adicionales por miles de millones de dólares para consumidores y empresas estadounidenses, además de frenar la innovación en el sector de pagos por débito.
El fiscal general estadounidense, Merrick Garland, señaló en una declaración: “Alegamos que Visa ha ganado ilegalmente el poder de cobrar cargos que exceden por mucho lo que podría cobrar en un mercado competitivo”. La demanda llega después de años de investigaciones por parte de las autoridades de competencia sobre las prácticas comerciales de Visa.
De acuerdo con el documento, Visa cobra cerca de 8.000 millones de dólares anuales por el uso de su red en Estados Unidos, basándose en el volumen total procesado. A nivel global, la empresa procesa 12,3 billones de dólares en pagos al año. El Departamento de Justicia acusa a Visa de imponer acuerdos excluyentes a comerciantes y bancos, penalizando a los clientes que utilizan otras redes de débito o sistemas de pago alternativos.
Además, se alega que Visa busca neutralizar potenciales amenazas a su dominio del mercado por parte de empresas tecnológicas y startups. Lo hace mediante acuerdos de asociación que impiden que estos nuevos actores compitan directamente, en lugar de permitir una competencia abierta. La compañía también impone mínimos de volumen a procesar, castigando a negocios y bancos que optan por utilizar a competidores, incluso cuando estos ofrecen precios más bajos.
Estas tácticas, según la demanda, permiten a Visa mantener una “enorme fosa” de protección alrededor de su negocio, lo que le facilita obtener ganancias sustanciales. Garland enfatizó que “una parte significativa de esa suma resulta de la conducta ilegal de Visa”. Añadió que “comercios y bancos trasladan esos costos a los consumidores, ya sea aumentando los precios o reduciendo la calidad o el servicio”. Como resultado, “la conducta ilegal de Visa no afecta solo el precio de una cosa, sino el precio de casi todo”.
El Departamento de Justicia destaca que el 60% de las transacciones de débito en Estados Unidos pasan por Visa, lo que permite a la operadora facturar unos 7.000 millones de dólares anuales en comisiones. Esta posición dominante, adquirida y mantenida a través de prácticas anticompetitivas, afecta negativamente al mercado y a los consumidores.
La demanda representa un desafío significativo para Visa, la mayor operadora de pagos del mundo. Si prospera, podría llevar a cambios sustanciales en la forma en que la empresa opera y abrir el mercado a una mayor competencia, lo que potencialmente reduciría los costos para consumidores y empresas.
El caso también pone de relieve las crecientes preocupaciones de las autoridades estadounidenses sobre el poder de las grandes empresas tecnológicas y financieras, y su capacidad para influir en los mercados en detrimento de la competencia y la innovación.
Diario Financiero - El periódico de la gente informada