Washington, D.C. – La reunión entre Trump y Meloni el pasado 17 de abril en la Casa Blanca es una reunión que marcó un hito diplomático: Meloni se convirtió en la primera líder europea en visitar a Trump tras el inicio de la guerra comercial con la Unión Europea.
En un contexto de tregua parcial de 90 días, luego de que Trump impusiera un 20 % de aranceles a productos europeos, el encuentro fue descrito como cordial y constructivo, con ambos líderes mostrando disposición para avanzar hacia un nuevo acuerdo arancelario entre Estados Unidos y la UE.
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Trump afirmó estar “100 % seguro” de que se alcanzará un acuerdo, aunque sin mostrar urgencia: “Si la Unión Europea no quiere negociar, haremos un trato por ellos”, declaró. Por su parte, Meloni expresó su deseo de desescalar las tensiones y facilitar un espacio de diálogo entre Bruselas y Washington. “Es importante hablar con franqueza para encontrar puntos de encuentro”, señaló.
Sintonía ideológica
La reunión también evidenció una profunda afinidad política entre ambos mandatarios. Trump elogió a Meloni como “una fantástica líder de derecha” y “gran amiga”, destacando su firmeza y liderazgo en Italia. Coincidieron en sus posturas críticas hacia la inmigración irregular y el rechazo a la denominada “ideología woke”, a la que Trump calificó como una amenaza impulsada por la “izquierda extremista”.
Alianzas estratégicas
Más allá de lo comercial, el diálogo abordó temas de defensa, energía y la guerra en Ucrania. Uno de los principales anuncios fue el incremento en las importaciones de gas natural licuado (LNG) estadounidense por parte de Italia, como parte de un esfuerzo por reducir la dependencia energética europea respecto a Rusia.
Trump también reafirmó que Italia es uno de los aliados más cercanos de Estados Unidos en Europa, destacando la buena relación personal con Meloni como un factor clave en la estabilidad de la alianza transatlántica.
Invitación a Roma
La primera ministra italiana extendió una invitación formal para que Trump visite Roma próximamente, invitación que él aceptó. Se espera que esta visita se convierta en una oportunidad para consolidar nuevas negociaciones con otros líderes europeos, y avanzar en un tratado comercial que ponga fin a la actual guerra arancelaria.
Un puente entre Washington y Bruselas
El papel de Meloni como mediadora entre Washington y Bruselas fue ampliamente resaltado en medios internacionales. Su liderazgo podría facilitar una salida diplomática a un conflicto comercial que amenaza con intensificarse en medio de las tensiones globales con China y Rusia.
En conclusión, el encuentro entre Trump y Meloni representa un paso hacia la distensión entre EE. UU. y la UE, con un enfoque común en valores conservadores, cooperación energética y fortalecimiento de las alianzas bilaterales. La próxima visita de Trump a Roma podría consolidar este giro estratégico en las relaciones transatlánticas.
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