WASHINGTON – La directora del Servicio Secreto, Kimberly Cheatle, renunció el martes en medio de una indignación bipartidista por el fracaso de su agencia para evitar que un pistolero de 20 años abriera fuego contra el expresidente Donald Trump durante un mitin de campaña. Este incidente, ocurrido el 13 de julio en el oeste de Pensilvania, ha sido considerado el mayor fallo del Servicio Secreto desde el intento de asesinato del presidente Ronald Reagan en 1981.
Cheatle, quien había prometido una investigación exhaustiva sobre lo que describió como un colapso de seguridad colosal, envió un correo electrónico interno a los empleados de la agencia anunciando su renuncia «con el corazón pesado». Afirmó que no quería que las demandas de su renuncia se convirtieran en una distracción continua. “El escrutinio de la última semana ha sido intenso y continuará permaneciendo a medida que aumente nuestro ritmo operativo», escribió. «Sin embargo, este incidente no nos define».
Reacciones en el Congreso:
El rendimiento de Cheatle durante una audiencia en el Congreso fue duramente criticado. La representante Jamie Raskin(D., Md.) comentó que la directora «no respondió a ninguna de las preguntas que tiene el pueblo estadounidense». Por su parte, el presidente del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes, James Comer (R., Ky.), declaró que «habrá más rendición de cuentas por venir».
El presidente Joe Biden agradeció a Cheatle por sus décadas de servicio y anunció que planea nombrar un nuevo director pronto. Ronald Rowe, subdirector de la agencia y veterano con 24 años de servicio, actuará como director interino, según informó el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas.
Investigaciones en Curso:
El Congreso está formando un grupo de trabajo bipartidista para investigar el intento de asesinato, compuesto por siete republicanos y seis demócratas, con el poder de emitir citaciones. Cheatle reconoció en su testimonio que los delincuentes habían sido identificados como sospechosos más de una hora antes del tiroteo. Sin embargo, se negó a proporcionar detalles específicos sobre las comunicaciones y las acciones tomadas por el Servicio Secreto en ese momento.
Historia y Carrera de Kimberly Cheatle:
Cheatle, de 53 años, se unió al Servicio Secreto justo después de la universidad y ascendió a través de una serie de roles, incluyendo la protección del vicepresidente Dick Cheney el 11 de septiembre de 2001 y trabajar en el equipo de seguridad del entonces vicepresidente Joe Biden. Tras dejar la agencia en 2021 para trabajar en el sector privado, regresó cuando Biden la nombró directora en 2022.
Antes de la renuncia de Cheatle, Mayorkas había nombrado un panel de expertos en aplicación de la ley para llevar a cabo una revisión independiente del intento de asesinato, y tanto la Oficina Federal de Investigación (FBI) como el organismo de control interno del Departamento de Seguridad Nacional están examinando el tiroteo.
Este incidente marca un final abrupto para la carrera de Cheatle en el Servicio Secreto y pone de relieve la necesidad de revisar y fortalecer las medidas de seguridad para proteger a los líderes políticos en Estados Unidos.
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