El precio del oro se encuentra cerca de los US$2,745 la onza, luego de estabilizarse tras una caída de 1.6% el jueves. Este ajuste en su valor llega después de que los sólidos datos económicos de Estados Unidos redujeran las expectativas de una política monetaria más relajada. Los rendimientos de los bonos del Tesoro subieron, afectando la posición de aquellos que apostaban a favor del oro como refugio de valor en un escenario de tasas de interés bajas.
Este movimiento en los bonos refleja el impacto de una reciente caída en las solicitudes de subsidio de desempleo y un aumento en la inflación subyacente, lo que pone en duda los recortes agresivos de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal. Al aproximarse la próxima reunión de la Fed, programada para los días 6 y 7 de noviembre, los operadores evalúan con un 90% de probabilidad la posibilidad de un recorte de un cuarto de punto en la tasa de interés. La expectativa de que la Fed pueda prolongar su política de tasas altas hasta el 2025 es un factor crucial para los mercados.
A lo largo del año, el oro ha visto un incremento de casi un 33%, impulsado por las compras de bancos centrales y la creciente demanda de activos de refugio en medio de tensiones geopolíticas, como los conflictos en Medio Oriente y Ucrania. Asimismo, la proximidad de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, marcadas por una fuerte polarización, aumenta la aversión al riesgo, beneficiando la demanda de oro.
El viernes se publicarán datos de nóminas que podrían ofrecer nuevas pistas sobre la trayectoria de la política monetaria. De confirmarse un mercado laboral robusto, la Fed podría mantener su postura actual, limitando así las expectativas de recortes de tasas. Este escenario impacta directamente en el oro, dado que una tasa alta tiende a desincentivar la inversión en activos que no generan intereses.
En la sesión de Singapur, el oro al contado registró un leve incremento de 0.1%, alcanzando los US$2,747.52 a las 7:37 am. En contraste, el índice Bloomberg del dólar al contado se mantuvo estable, reflejando una resiliencia de la moneda estadounidense frente al oro. Otros metales como la plata y el paladio no mostraron cambios significativos, mientras que el platino registró una ligera baja.
Para los inversores, la evolución del oro sigue ligada tanto a las decisiones de la Fed como a los eventos internacionales. En un mundo donde la estabilidad política y económica es cada vez más incierta, el oro permanece como un refugio, aunque enfrentado a la presión de una política monetaria restrictiva en Estados Unidos.
En conclusión, el comportamiento del oro dependerá de cómo se desarrolle el contexto económico y político en los próximos meses, con un enfoque especial en la política monetaria de la Fed y los riesgos geopolíticos.
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