La República Dominicana se enfrenta a un proceso de modernización fiscal que busca reestructurar la forma en que el Estado gestiona sus ingresos y gastos. Este proyecto pretende ajustar la política fiscal a las necesidades del país, reducir el déficit, aumentar la eficiencia del gasto público y asegurar una recaudación más justa. Sin embargo, los efectos de esta reforma serán sentidos de manera directa por la población, tanto en aspectos positivos como en desafíos.
La necesidad de una modernización fiscal
El objetivo principal de esta reforma es atender las demandas de la población en servicios como educación, salud y seguridad, y reducir la dependencia del endeudamiento para cubrir estas necesidades. La deuda pública de la República Dominicana ha crecido significativamente, alcanzando un 56.6% del PIB en 2023, lo que limita la capacidad de respuesta del Estado frente a nuevas exigencias sociales. Con este nuevo esquema fiscal, se busca un equilibrio que permita financiar el desarrollo sin seguir incrementando la deuda, lo que podría estabilizar las finanzas públicas a largo plazo.
Fusión de instituciones y optimización del gasto
Uno de los elementos más destacados del proyecto es la fusión de diversas instituciones públicas para mejorar la eficiencia administrativa. Esta reestructuración implica que varias entidades se consolidarán, eliminando duplicidades y optimizando el uso de los recursos. Por ejemplo, el Ministerio de Hacienda se fusionará con el Ministerio de Economía para dar lugar a una estructura más unificada, y se eliminarán ocho instituciones consideradas innecesarias en el contexto actual.
Impacto en la población: Esta medida podría traducirse en una mejor gestión de los recursos del Estado, lo que potencialmente se reflejaría en un mayor financiamiento para servicios básicos. Sin embargo, para los empleados de las instituciones afectadas, esto podría implicar la pérdida de empleos o la reasignación de funciones, lo que genera incertidumbre sobre su futuro laboral.
Cambios en los impuestos: ISR, ITBIS y más
La reforma introduce importantes modificaciones en el sistema tributario. El Impuesto sobre la Renta (ISR), por ejemplo, establece un nuevo tramo para las personas con ingresos superiores a RD$2.4 millones anuales, quienes ahora pagarán un 27% sobre sus ingresos. Aunque esta medida afecta a solo un 1% de los contribuyentes, podría significar un aumento en la recaudación, lo cual el gobierno planea redirigir a áreas clave como la educación y la salud.
El Impuesto a la Transferencia de Bienes Industrializados y Servicios (ITBIS) se mantendrá en una tasa del 18%, pero se revisarán algunas de las exenciones existentes. Esto podría significar que ciertos productos y servicios que antes estaban exentos ahora pasen a ser gravados, lo que implicaría un aumento en el costo de vida para ciertos sectores de la población.
Impacto en la población: La eliminación de algunas exenciones del ITBIS podría traducirse en un aumento del costo de productos y servicios esenciales, afectando especialmente a los sectores de menores ingresos. No obstante, la mayor recaudación permitiría al Estado invertir en infraestructura y servicios públicos, lo que a largo plazo podría mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.
Ajustes en el Impuesto al Patrimonio Inmobiliario (IPI)
Otra medida relevante es la reforma del Impuesto al Patrimonio Inmobiliario (IPI), que establece un mínimo exento de RD$5,025,380.75. Las propiedades con un valor superior a este monto deberán pagar un 1% sobre el excedente. Este cambio busca aumentar la contribución de las personas con mayor capacidad económica, al tiempo que protege a los propietarios de viviendas de menor valor.
Impacto en la población: Para quienes poseen propiedades de alto valor, este cambio significará un mayor pago de impuestos, lo que podría afectar sus finanzas personales. Sin embargo, el ajuste pretende que estas contribuciones adicionales se traduzcan en un beneficio para la comunidad, al destinarse a proyectos de desarrollo social.
Gasto social y programas de inversión
El proyecto de modernización fiscal también contempla un incremento en la inversión en programas sociales. El presupuesto para el programa Aliméntate aumentará en un 21%, y se propone un incremento del salario mínimo del sector público a RD$15,000. Además, se destinarán RD$10,870 millones anuales para fortalecer la atención primaria en salud, beneficiando a los sectores más vulnerables.
Impacto en la población: Estas medidas tienen el potencial de mejorar las condiciones de vida de la población de menores ingresos, aumentando su poder adquisitivo y garantizando un mejor acceso a servicios esenciales. Sin embargo, el éxito de estas iniciativas dependerá de la capacidad del gobierno para implementar los proyectos de manera efectiva y evitar la corrupción en la asignación de recursos.
Inversión en infraestructura y transporte
El proyecto de modernización fiscal también incluye un fuerte énfasis en la inversión en infraestructura y transporte, con un presupuesto de RD$176,358 millones para los próximos 5 años. Entre las obras propuestas, se encuentran la construcción de un Tren Metropolitano y una nueva línea de Teleférico, lo que se espera reduzca significativamente los tiempos de traslado y el costo del transporte para los ciudadanos.
Impacto en la población: Esta inversión en transporte podría significar una reducción del 70% en el tiempo de viajepara quienes viven en áreas periféricas, mejorando su calidad de vida al facilitar el acceso al trabajo y otros servicios. Además, la disminución del tiempo de traslado podría representar un ahorro de hasta un 50% en el presupuesto familiar destinado al transporte. No obstante, la ejecución de estos proyectos suele estar acompañada de desafíos, como la transparencia en la adjudicación de contratos y la gestión eficiente de los recursos.
Desafíos y consideraciones a futuro
Si bien la modernización fiscal promete avances significativos en la recaudación y el uso de los recursos públicos, enfrenta importantes desafíos. Uno de ellos es la percepción de inequidad en la distribución de la carga tributaria. Aunque la reforma se presenta como un esfuerzo para que quienes más tienen contribuyan más, algunos sectores podrían cuestionar si realmente se ha alcanzado un equilibrio justo en las nuevas normativas.
Además, la capacidad de implementación será un factor crucial. Las reformas fiscales y la inversión en infraestructura y programas sociales solo cumplirán su propósito si se gestionan con eficiencia y transparencia. Cualquier desviación de fondos o retraso en la ejecución de proyectos podría minar la confianza de la ciudadanía y obstaculizar los beneficios esperados.
Perspectiva
La Ley de Modernización Fiscal en la República Dominicana representa un esfuerzo por ajustar la política fiscal a las demandas del siglo XXI, buscando mejorar la eficiencia del Estado y la calidad de los servicios públicos. El impacto de estas medidas en la vida cotidiana de la población será significativo, tanto en términos de costos como de beneficios. Si bien la simplificación tributaria y el aumento de la inversión en sectores clave pueden impulsar el desarrollo, es fundamental que las autoridades aseguren una implementación transparente y justa para que todos los dominicanos puedan beneficiarse de estos cambios. El tiempo dirá si este ambicioso proyecto logra sus objetivos y cumple con las expectativas de la población.
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