En medio de la creciente incertidumbre económica global, el precio del oro ha alcanzado niveles históricos, superando la barrera de los US$2,500 por onza. Este aumento, que representa más de un 20% en lo que va del año, según cifras de Bloomberg, subraya la percepción del oro como un refugio seguro en tiempos de volatilidad de los mercados y tensiones geopolíticas.
Gregorio Gandini, analista económico y director de la firma Gandini Análisis, explicó a Bloomberg Línea que el oro actúa como un refugio frente a tres principales fuerzas: la inflación, la volatilidad del dólar global y los riesgos geopolíticos. “Los conflictos en Ucrania y Medio Oriente, así como la creciente demanda de oro por parte de bancos centrales como los de China e India, están impulsando el precio del metal”, afirmó Gandini.
La incertidumbre sobre las tasas de interés en Estados Unidos también juega un papel crucial. Esteban Peñaloza, cofundador de la plataforma de inversión Trii, mencionó que una posible reducción en las tasas por parte de la Reserva Federal (Fed) podría debilitar el dólar, lo que reforzaría aún más la demanda de oro.
Por su parte, John Kershner, director de Portafolios de Inversión en Janus Henderson Investors, señaló que, aunque es difícil prever el impacto en Latinoamérica, un debilitamiento del dólar generalmente favorece a los activos de refugio como el oro.
El auge del precio del oro también ha incentivado diversas formas de inversión en el metal, desde la compra de oro físico hasta la inversión en ETFs que siguen índices de oro. Los inversionistas buscan diversificar sus carteras en medio de un entorno macroeconómico incierto y volátil.
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