Jason Starr sintió los primeros flashbacks del trastorno de estrés postraumático pandémico a mediados de abril. El vicepresidente de operaciones de Globe Electric, con sede en Montreal, escuchó algo que no había oído en 18 meses: Las reservas de buques de carga procedentes de Asia eran cada vez más escasas.
En pocas semanas, las tarifas de los contenedores al contado experimentaron el mayor aumento desde 2022 y los clientes demandaban productos de iluminación antes que nunca, anticipándose a la temporada alta de ventas del cuarto trimestre.
Reacción ante la Crisis
“Será mejor que empecemos a planificar”, recuerda Starr. La crisis del transporte marítimo durante Covid enseñó a Globe Electric cómo manejar futuras crisis. La interrupción de US$25 billones en el comercio mundial dejó cicatrices económicas profundas, pero también creó amortiguadores en empresas como Globe Electric: equipos de compras más flexibles y una nueva dependencia de la tecnología y herramientas de datos.
Hasta ahora, el comercio de mercancías está resistiendo su primera crisis pospandémica sin un repunte notable de los precios mundiales al consumo. Sin embargo, los economistas de Nomura advierten que el riesgo de que suban los precios del transporte marítimo está subestimado, lo que podría generar presión al alza sobre la inflación.
Estrategias de Mitigación
Para los bancos centrales, cualquier resurgimiento de la inflación de los precios al consumo supondría un reto. No obstante, el sector marítimo está intensificando esfuerzos para corregir los desequilibrios. “Tienes que estar más alerta”, afirma Starr, quien ha aprendido a tener planes de respaldo listos.
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La fragilidad del comercio mundial ha quedado patente tras seis meses de ataques a buques en el Mar Rojo. Aunque las interrupciones no han alcanzado los niveles vistos durante la pandemia, los importadores advierten de que los costes tendrán que repercutirse en sus consumidores, incentivando a acercar la producción a los puntos de venta.
Deslocalización y Ajustes de Costes
Empresas como COE Distributing han sido afectadas por las interrupciones, utilizando la ruta del Mar Rojo para importar el 50% de sus productos. J.D. Ewing, CEO de COE, advirtió que podría tener que aumentar los precios debido al impacto en los costes materiales.
Para empresas como Lalo, los costos de envío son un desafío continuo. Greg Davidson, CEO de Lalo, señala que las tarifas de contenedores podrían volver a subir, lo que incrementaría la inflación en algunos productos.
A pesar de los esfuerzos por estabilizar los fletes, la crisis del transporte marítimo sigue siendo un reto para los mayoristas y minoristas de EE.UU. y Europa. Empresas europeas como DFS Furniture Plc y Currys Plc han visto aumentar los costes de envío y retrasarse las entregas, afectando sus márgenes.
Sin embargo, hay indicios de que la última crisis del transporte marítimo podría estar tocando techo. La congestión portuaria en Singapur está disminuyendo, y las tarifas al contado de los contenedores a EE.UU. desde Asia parecen estar estabilizándose.
Para Globe Electric, Starr es optimista sobre las perspectivas a corto plazo, pero advierte que si la situación se prolonga, habrá que seguir hablando de subir los precios.
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