ByteDance Ltd., la empresa matriz china de TikTok, enfrenta nuevamente presiones del gobierno de Estados Unidos para desvincularse de su popular aplicación de videos cortos. A diferencia de la administración Trump, que casi logró una venta forzada de TikTok en 2020, ByteDance ha declarado firmemente su intención de no vender y está dispuesta a llevar el caso a los tribunales.
Un memorando interno a los empleados de TikTok reveló que la compañía desafiará legalmente cualquier legislación que obligue a ByteDance a deshacerse de TikTok, si el proyecto de ley actual en el Congreso se convierte en ley. Esta decisión prepara el escenario para una batalla legal histórica entre ByteDance y el gobierno de EE.UU., con implicaciones significativas para otras empresas tecnológicas chinas como Tencent Holdings Ltd. y Temu de PDD Holdings Inc.
El proyecto de ley en consideración, que rápidamente avanzó en la Cámara de Representantes y se espera que sea votado por el Senado en los próximos días, daría a ByteDance casi un año para cumplir con la desinversión. El presidente Joe Biden ha indicado que firmará la ley una vez que pase por el Senado.
Esta confrontación no es solo un desafío para ByteDance, sino que también pone a prueba cómo Beijing responderá a la creciente presión sobre sus principales empresas tecnológicas, desde ByteDance hasta Huawei Technologies Co. El gobierno chino ya ha expresado su oposición a que los algoritmos valiosos de TikTok o sus datos caigan en manos estadounidenses, complicando aún más cualquier posible desinversión.
ByteDance tiene razones convincentes para luchar: su negocio en Estados Unidos ha crecido significativamente desde 2020, con 170 millones de usuarios y unos ingresos que superan cualquier otro mercado. Además, TikTok ha comenzado a incursionar en el comercio electrónico, lo que lo vincula aún más con la economía estadounidense.
El futuro de TikTok en EE.UU. podría decidirse en los tribunales, donde ByteDance argumentará que forzar a 170 millones de estadounidenses a abandonar la plataforma violaría sus derechos de la Primera Enmienda. Esta batalla legal no solo es crucial para ByteDance, sino que podría establecer un precedente para cómo se tratan las empresas tecnológicas extranjeras en Estados Unidos.
Por ahora, parece que ninguna de las partes está dispuesta a ceder, y el resultado de esta confrontación legal podría redefinir el panorama empresarial tecnológico global, con efectos duraderos en el intercambio cultural y económico entre China y Estados Unidos.
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