Cinco días antes del apagón en España que paralizó más de la mitad del país el pasado lunes 28 de abril de 2025, la empresa energética Repsol ya había detectado y comunicado un grave fallo eléctrico externo en su refinería de Cartagena. Este evento obligó a la compañía a declarar una situación de “fuerza mayor” y a suspender temporalmente las entregas de productos, según publicó El Mundo y confirmaron fuentes internas y documentos enviados a sus clientes el 24 de abril.
El apagón en España se produjo exactamente a las 12:33 horas del lunes 28 de abril, cuando se registró una pérdida súbita de 15 gigavatios de generación eléctrica —equivalente al 60% de la demanda nacional— en tan solo cinco segundos. Esta caída provocó un colapso parcial del sistema eléctrico, con consecuencias visibles en infraestructuras clave, como aeropuertos, trenes, hospitales y refinerías.
La alerta previa de Repsol
El incidente comenzó el 22 de abril, cuando la refinería de Cartagena sufrió una parada inesperada debido a un fallo eléctrico externo no relacionado con sus operaciones internas. Repsol comunicó dos días después la activación de la cláusula de fuerza mayor, informando a sus principales clientes de la suspensión inmediata de entregas.
En su comunicado, la empresa detalló que las condiciones del fallo estaban fuera de su control y que haría “esfuerzos razonables para restablecer la normalidad” lo antes posible. La proximidad temporal entre esta alerta y el apagón nacional ha generado inquietud en el sector energético, aunque el Gobierno aún no ha establecido un vínculo directo entre ambos eventos.
Causas técnicas del apagón
Según el informe preliminar de Red Eléctrica de España (REE), el apagón fue causado por un desajuste crítico entre la generación y la demanda de energía, originado principalmente por una repentina caída en la producción solar en el suroeste del país. La falta de respuesta rápida en la red eléctrica, junto con la alta penetración de renovables sin suficiente respaldo, expuso una vulnerabilidad estructural que ya había sido advertida en el informe anual de REE de 2024.
Además, la escasa interconexión con redes eléctricas de otros países europeos limitó la capacidad de compensar la caída de energía, lo que agravó el colapso.
Impacto en instalaciones estratégicas
Las refinerías y complejos petroquímicos de Repsol en Cartagena, Puertollano, Tarragona y La Coruña activaron inmediatamente sus sistemas de emergencia, incluyendo antorchas de seguridad para evacuar gases acumulados y prevenir sobrecargas. Esta operación generó columnas de humo negro visibles desde las áreas aledañas, lo que provocó preocupación en las comunidades locales, aunque la empresa aseguró que se trató de un procedimiento controlado.
Perspectiva
La revelación de que Repsol alertó sobre un fallo eléctrico grave cinco días antes del apagón en España refuerza las preocupaciones sobre la fragilidad del sistema eléctrico nacional. Aunque no hay evidencia concluyente de una conexión directa entre el evento en Cartagena y el colapso del 28 de abril, la secuencia de incidentes pone de manifiesto la urgente necesidad de reforzar la flexibilidad, las capacidades de respaldo y la gestión técnica de la red eléctrica, especialmente ante el creciente peso de las energías renovables
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