La República Dominicana se prepara para implementar una reforma fiscal integral con el objetivo de equilibrar las finanzas públicas, incrementar la inversión en sectores clave y mejorar el bienestar de los ciudadanos. Sin embargo, surgen interrogantes sobre cómo el gobierno planea reducir el déficit fiscal mientras se plantea un aumento significativo en el gasto público en áreas como la seguridad, transporte, salud y recapitalización del Banco Central.
¿Qué Tipo de Política Representa Este Gasto?
El tipo de gasto que propone el gobierno en esta reforma corresponde a una política fiscal expansiva. Esta política tiene como objetivo aumentar el gasto público en sectores estratégicos, lo que puede estimular la demanda agregada y fomentar el crecimiento económico. Sin embargo, una política expansiva suele generar dudas sobre cómo afectará el déficit fiscal, especialmente en un contexto en el que los ingresos del Estado dependen principalmente de los impuestos y la deuda pública.
En este caso, la reforma busca implementar un aumento en el gasto público sin incrementar la deuda. Esto sugiere que el gobierno confía en que las medidas propuestas, como la inversión en seguridad ciudadana, transporte público y salud, aumentarán la recaudación fiscal al impulsar el crecimiento económico a largo plazo. Sin embargo, para lograr un equilibrio entre estos gastos y la reducción del déficit, será crucial una correcta ejecución de la reforma.
¿A Quién Beneficia Esta Política?
El aumento en el gasto público propuesto por el gobierno beneficiará principalmente a los sectores más vulnerables de la población, quienes se verán favorecidos por la mejora en los servicios públicos. La implementación de un sistema de atención primaria en salud, la mejora de la seguridad con la contratación de 20,000 nuevos policías y la inversión en infraestructura de transporte público, son ejemplos de cómo estas políticas están orientadas a mejorar el acceso y la calidad de vida de los ciudadanos.
Además, los gobiernos locales también se verán beneficiados, con una mayor asignación de recursos que les permitirá mejorar la gestión de servicios públicos en sus comunidades. Esta asignación, que busca aumentar el porcentaje del presupuesto destinado a los ayuntamientos del 2.25% al 3%, fortalecerá su capacidad de respuesta a las demandas locales.
Impacto en la Economía de las Personas y los Empresarios
Desde el punto de vista de las familias, estas medidas podrían tener un impacto positivo en el mediano plazo. Mejorar la seguridad ciudadana y el transporte público aliviaría algunos de los problemas cotidianos que enfrentan los ciudadanos, como la congestión del tráfico, lo que reduciría los tiempos de desplazamiento y, por ende, mejoraría la productividad. En el caso del sector salud, la implementación de un sistema de atención primaria beneficiará a 5.8 millones de personas, lo que permitiría reducir la carga económica sobre los hogares al disminuir los gastos médicos directos.
En cuanto a los empresarios, el impacto puede ser mixto. Por un lado, la mejora en la infraestructura y en la seguridad generará un entorno más favorable para las inversiones, pero por otro lado, la necesidad de financiar este aumento en el gasto público podría traducirse en un aumento de impuestos o la implementación de nuevos tributos. Aunque la reforma ha evitado prometer aumentos inmediatos en la presión fiscal, es un escenario que no puede descartarse si el gasto continúa creciendo sin una base sólida de recaudación.
¿Cómo Afecta al Tamaño del Gobierno?
Uno de los efectos secundarios de esta reforma es el probable crecimiento del tamaño del gobierno. El aumento en la contratación de personal de seguridad, los nuevos proyectos de infraestructura, y la expansión de los programas de salud y bienestar social implican una mayor intervención del Estado en la economía. Si bien estas medidas buscan abordar problemas fundamentales como la seguridad y el transporte, también aumentan la dependencia del gasto público para impulsar el crecimiento y el desarrollo.
Esto puede generar preocupaciones en el largo plazo, ya que un gobierno más grande con mayores responsabilidades requiere de fuentes de financiamiento más sostenibles. Si la economía no crece al ritmo esperado, la presión fiscal sobre los contribuyentes y las empresas podría aumentar, lo que impactaría en la inversión privada y el crecimiento económico.
Perspectiva
La reforma fiscal de la República Dominicana busca equilibrar las necesidades sociales y económicas del país mediante un aumento en el gasto público. Sin embargo, queda por ver cómo se manejará el desafío de reducir el déficit fiscal sin recurrir a aumentos en la deuda o a una mayor presión fiscal. Las políticas fiscales expansivas que se están implementando, si bien pueden tener efectos positivos en el corto plazo, deben acompañarse de una gestión eficiente de los recursos públicos para garantizar su sostenibilidad a largo plazo.
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