El 5 de marzo de 2025, el colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco realizó un hallazgo perturbador en el Rancho Izaguirre, ubicado en Teuchitlán, Jalisco. Este lugar, presuntamente operado por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), funcionaba como un centro de entrenamiento y posible sitio de exterminio. La evidencia encontrada incluye cientos de prendas de vestir, zapatos, tres crematorios con huesos calcinados y listas con apodos de personas que estuvieron en el lugar.
Evidencias de actividades ilícitas
El Rancho Izaguirre presentaba múltiples indicios de actividades delictivas. Se encontraron casquillos de bala, cargadores y marcas de tiro, lo que sugiere que el sitio también servía como campo de entrenamiento para miembros del CJNG. Testimonios de sobrevivientes indican que las víctimas eran obligadas a participar en la excavación de fosas, la calcinación de cuerpos y otras prácticas violentas. Además, se reportaron casos de tráfico de órganos y abuso sexual de menores en el lugar.
Investigaciones previas y omisiones
En septiembre de 2024, la Guardia Nacional y la Fiscalía del Estado de Jalisco realizaron un operativo en el rancho, liberando a dos personas secuestradas y deteniendo a diez individuos. Sin embargo, en ese momento no se reportaron hallazgos relacionados con fosas, crematorios o restos humanos. Esta omisión ha generado críticas hacia las autoridades estatales por una posible falta de diligencia en la investigación inicial.
Reacciones de las autoridades y la sociedad civil
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, calificó el descubrimiento como “terrible” y aseguró que tanto el gobernador de Jalisco como el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana están atendiendo el caso. Además, organizaciones civiles y ciudadanos realizaron vigilias en al menos 24 plazas públicas en exigencia de justicia y esclarecimiento de los hechos.
Crisis de desapariciones en México
Este caso pone de manifiesto la grave crisis de desapariciones que enfrenta México. Según datos oficiales, más de 124,000 personas han sido reportadas como desaparecidas en el país, muchas de ellas vinculadas al crimen organizado. El estado de Jalisco es uno de los más afectados, con miles de casos registrados en los últimos años.
Llamado a una investigación exhaustiva
Organizaciones internacionales, como Human Rights Watch, han instado a las autoridades mexicanas a realizar una investigación exhaustiva e imparcial sobre el Rancho Izaguirre. Se espera que las autoridades identifiquen los restos encontrados y lleven a los responsables ante la justicia, en un esfuerzo por abordar la impunidad que ha prevalecido en casos similares.
Conclusión
El descubrimiento del Rancho Izaguirre en Teuchitlán es un recordatorio de la violencia y las violaciones a los derechos humanos que persisten en México. La sociedad y las autoridades deben trabajar conjuntamente para esclarecer estos hechos, apoyar a las familias de las víctimas y fortalecer las instituciones encargadas de prevenir y sancionar estos delitos.
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