Un reciente informe publicado por el Centro Regional de Estrategias Económicas y Sostenibles (CREES) en su cuenta de X revela un preocupante panorama sobre el desempeño de las Empresas Distribuidoras de Electricidad (EDE) en la República Dominicana. De acuerdo con los datos compartidos por el organismo, las pérdidas totales de energíaalcanzaron un 43.9% en junio de 2024, el nivel más alto registrado en los últimos años, lo que ha encendido las alarmas en el sector energético.
Análisis: ¿Por qué continúan aumentando las pérdidas de energía?
El reporte de CREES indica que, a pesar de los esfuerzos del gobierno y las EDE, las pérdidas de energía siguen en aumento. Este indicador incluye tanto las pérdidas técnicas, derivadas de fallos en el sistema de transmisión y distribución, como las pérdidas no técnicas, que generalmente se asocian con fraude y robo de electricidad. En 2010, las pérdidas totales ya eran preocupantes con un 44.8%, pero tras varios años de tendencia a la baja, han vuelto a escalar hasta niveles críticos.
Entre las causas más comunes de estas pérdidas se señalan la falta de inversión en infraestructura, problemas de gestión y el incremento del consumo eléctrico sin un adecuado plan de modernización de la red. Además, el contexto económico actual, con una creciente demanda de energía por parte de la industria y los hogares, está presionando aún más el sistema.
Este deterioro en las cifras de pérdidas también afecta directamente a las finanzas de las EDE, que tienen que adquirir más energía de la que finalmente logran facturar, reduciendo su rentabilidad y generando mayores costos para el Estado.
Incremento de empleados sin mejoras en eficiencia
Otro de los puntos clave destacados en el informe del CREES es el incremento sostenido en el número de empleados de las EDE. Según el gráfico presentado, la cantidad de trabajadores pasó de 7,571 en enero de 2022 a 8,350 en junio de 2024. Sin embargo, a pesar de este incremento en el personal, la eficiencia de las distribuidoras no ha mejorado.
Un indicador relevante de eficiencia es la cantidad de clientes por empleado, que ha disminuido de 367 clientes por empleado a principios de 2022 a 350 clientes por empleado en junio de 2024. Este descenso en la eficiencia pone en duda la efectividad de las políticas de contratación masiva y subraya la necesidad de una reestructuración interna en las EDE para mejorar su productividad.
Desafíos y soluciones: ¿Qué necesita el sector energético?
El informe deja claro que las EDE enfrentan un desafío doble: por un lado, la reducción de pérdidas energéticas y, por otro, el incremento de la eficiencia laboral. Para abordar estos problemas, expertos sugieren la implementación de medidas tecnológicas avanzadas, como la digitalización de la red de distribución, la inversión en infraestructuras más modernas y la creación de incentivos regulatorios que promuevan una mejor gestión del recurso energético.
Asimismo, se hace un llamado a fortalecer las políticas de prevención del fraude eléctrico y mejorar el sistema judicial para perseguir de manera efectiva los delitos asociados con el robo de electricidad.
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