¿Qué está en juego?
La Inversión Extranjera Directa (IED) ha sido un pilar fundamental en el crecimiento económico de la República Dominicana. Sectores como turismo, energía, inmobiliario y zonas francas han dependido del flujo de capital internacional para expandirse y contribuir con el desarrollo socioeconómico, a través de la generación de empleos y otros. No obstante, las recientes medidas arancelarias impuestas en el “liberation day” (día de la liberación) por la administración del presidente Donald Trump han generado incertidumbre sobre el futuro de la IED en el país.
La pregunta clave es: ¿seguirá RD siendo un destino atractivo para los inversionistas extranjeros o los nuevos aranceles podrían desviar estas inversiones a otros países?
Contexto de la IED en República Dominicana
En los últimos años, la República Dominicana ha logrado consolidarse como uno de los principales receptores de IED en el Caribe, con un promedio de flujos anuales superior a los US$ 3,000 millones y en los últimos cuatro años sobre los US$ 4,000 millones. Ver tabla 1.
Los sectores con mayor captación de capital han sido:
- Turismo: Como se puede observar en la tabla 1, este sector ha sido tradicionalmente el principal receptor de IED, desde 2015 ningún otro sector ha captado más inversión extranjera. En 2024, por ejemplo, recibió US$ 1,284.8 millones un 28.40% del total.
- Energía: En los últimos tres años el sector energético ha experimentado un aumento importante, pasando de US$ 278.2 millones en 2021 a U$ 749.0 millones en 2022, y los años subsiguientes, cruzando la barrera de los US$ 1,000 millones. Todo esto, ha hecho que sea el segundo con mayor captación de IED en 2024, con US$ 1140.5 millones para un 25.21% del total.
- Sector Inmobiliario: Recibió un 17.65% de la Inversión Extranjera Directa en 2024, los bienes raíces han sido un importante receptor de capitales extranjeros, destinados principalmente a proyectos residenciales, turísticos y comerciales.
- Zonas Francas: Las zonas francas recibieron el 9.23% de la IED en 2024. Es oportuno destacar, que representan más del 60% de las exportaciones del país y generan más de 190,000 empleos directos.
El atractivo del país está cimentado en su estabilidad macroeconómica, incentivos fiscales y acuerdos comerciales que facilitan el acceso a mercados extranjeros, un ejemplo de esto último es el DR-CAFTA, entre República Dominicana, Centroamérica y los Estados Unidos.
¿Cómo podrían impactar los aranceles a la IED?
Las nuevas tarifas impuestas por EE. UU. pueden generar tanto riesgos como oportunidades para la IED en RD:
Riesgo de Relocalización: Empresas extranjeras podrían reconsiderar sus inversiones en RD frente a la posibilidad de que su rentabilidad se vea mermada en las exportaciones a los EE.UU. (principal socio comercial del país). Esto podría impactar especialmente a las zonas francas, donde muchas compañías operan con un modelo de ensamblaje para exportación, fabricación de productos médicos y farmacéuticos, entre otros. En tal sentido, podrían resultar favorecidos mercados con ventajas geográficas y arancelarias como México y Canadá, que comparten frontera con los EE.UU.
Oportunidades en Diversificación de Mercados: La reconfiguración del comercio, da palmadas en la espalda de las autoridades gubernamentales para que se intensifique el esfuerzo para fortalecer los lazos comerciales con países de Europa, Asia y América Latina, y con esto reducir la dependencia de los EE.UU. Para graficar un poco este punto:
Excluyendo a los Estados Unidos, si observamos el potencial de exportación del país contra las exportaciones reales, existe una brecha importante con varios países, por citar algunos: Suiza, China, Países Bajos e India reciben desde RD menos de la mitad del potencial existente.
Se debe tomar en cuenta, que las exportaciones tienen un papel importante en la atracción de capital, una de sus consecuencias es el incremento de la rentabilidad del ente o sector exportador, misma que es el objetivo central de este tipo de inversiones.
Reformas e Incentivos Gubernamentales: Aunque aún no está claro el rumbo que tomará la guerra comercial entre las colosales economías norteamericanas, asiáticas y europeas, el gobierno dominicano debe de estudiar escenarios probables para poder elaborar estrategias buscando responder a las posibles embestidas al esqueleto económico resultante de la nueva dinámica comercial, y así, seguir atrayendo capitales y evitar el desvío de estos.
En tal sentido, el gobierno dominicano ha anunciado medidas para mitigar el impacto arancelario, incluyendo la promoción de inversiones en tecnología, innovación y manufactura avanzada. Además, se están revisando acuerdos comerciales que garanticen mejores condiciones para los inversionistas.
Perspectivas de Expertos y Casos Concretos
Analistas y empresarios han expresado sus opiniones sobre cómo las nuevas medidas comerciales afectan a la IED:
- Economistas destacan que el impacto dependerá de la velocidad con la que RD diversifique sus mercados de exportación y fortalezca sus incentivos a la inversión.
- Empresarios de zonas francas han manifestado preocupación por el aumento en los costos de producción y la posible reducción de la demanda de productos manufacturados en RD.
- Casos como la empresa X (multinacional que opera en zonas francas) muestran que algunas compañías ya están reconsiderando sus inversiones o buscando alternativas en otros países con mejores condiciones comerciales.
¿Crisis o nueva oportunidad?
Si bien los aranceles de Trump representan un desafío para la IED en RD, también pueden ser una oportunidad para diversificar los mercados, fortalecer la innovación y mejorar los incentivos para los inversionistas.
Para mantener su atractivo, el país debe enfocarse en:
- Mejorar la infraestructura y logística para facilitar la exportación a otros mercados.
- Fortalecer su red de acuerdos comerciales para reducir la dependencia de EE. UU.
- Atraer inversiones en tecnología y manufactura avanzada para competir en nuevos sectores.
- Gestionar correctamente el tipo de cambio, para poder mantener un grado de certidumbre favorable para los inversores.
En definitiva, la República Dominicana, pese a no tener el grado de inversión que exhiben otros países de la región, tiene el potencial de continuar siendo un destino atractivo para la inversión extranjera, siempre que se gestionen de manera oportuna los retos que acarrea la nueva realidad comercial.
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