El panorama económico de la República Dominicana se encuentra en un momento crucial, tras el reciente llamado de Leonel Fernández a un diálogo entre el Gobierno y los sectores económicos y sociales. El expresidente y líder del partido Fuerza del Pueblo (FP) destacó la urgencia de esta conversación, centrada en las preocupaciones generadas por el denominado «paquetazo fiscal», el cual ha suscitado críticas tanto en el ámbito político como empresarial.
A través de su cuenta en X (anteriormente Twitter), Fernández subrayó la necesidad de escuchar a la ciudadanía y evitar que los nuevos impuestos propuestos perjudiquen la economía de las familias dominicanas y las pequeñas y medianas empresas. “El gobierno debe, sin más demora, convocar un diálogo con los sectores económicos y sociales, escuchar sus inquietudes sobre los nuevos impuestos, y buscar soluciones que eviten la quiebra económica de las familias dominicanas, de las empresas, y despidos masivos de trabajadores”, expresó el exmandatario.
Este pronunciamiento llega en un contexto en el que Fernández ha sido crítico de las medidas fiscales impulsadas por el gobierno del presidente Luis Abinader. Según su análisis, la reforma fiscal afectará principalmente a los sectores más vulnerables, una afirmación que ha encendido el debate sobre la equidad en la distribución de la carga impositiva. Fernández advirtió que la clase media y los más pobres serían quienes soportarían el peso de la reforma, lo que ha generado preocupación en diversos sectores.
El respaldo empresarial al diálogo
El llamado de Fernández se suma a la postura del Consejo Nacional de la Empresa Privada (CONEP), que también ha insistido en la importancia de continuar el diálogo iniciado en el Ministerio de Hacienda. En una declaración reciente, el CONEP subrayó que el entendimiento y la participación son claves para avanzar hacia una reforma que promueva tanto la sostenibilidad fiscal del Estado como el crecimiento económico del sector privado. “Creemos firmemente que, mediante el entendimiento y la participación, se puede avanzar hacia una reforma que favorezca tanto la sostenibilidad fiscal del Estado como la competitividad del sector privado”, afirmó la organización.
Para el sector empresarial, abordar integralmente las reformas propuestas es fundamental para asegurar una República Dominicana más sostenible y resiliente. Entre las prioridades señaladas, se encuentran la generación de empleos, la reducción de la informalidad y el fortalecimiento de la inversión privada. CONEP enfatiza la necesidad de crear un clima de confianza para la inversión y aumentar la competitividad y productividad, factores clave para la estabilidad económica a largo plazo.
Las preocupaciones sociales y el pedido de posposición
No solo el sector empresarial ha manifestado su interés en un diálogo inclusivo. La Coordinadora de Organizaciones Barriales Don Bosco (CODONBOSCO) también ha expresado su inquietud, solicitando al presidente Abinader que posponga la reforma fiscal hasta el año 2025. Según la organización, la implementación de estos cambios podría generar protestas sociales, particularmente en zonas de bajos ingresos como el Distrito Nacional y la provincia de Santo Domingo. CODONBOSCO argumenta que posponer la reforma ofrecería a la población una Navidad en armonía y paz social.
La posición del gobierno
Frente a estas reacciones, el gobierno ha defendido la necesidad de la reforma fiscal. Durante un reciente encuentro con la prensa, el presidente Luis Abinader expuso los beneficios del proyecto de modernización fiscal, argumentando que está orientado a mejorar la calidad de vida de los sectores más desfavorecidos. El ministro de Economía, Pavel Isa, explicó que la reforma busca transformar el crecimiento económico en mejoras tangibles para la sociedad, lo que incluye el pago de deuda social y la mejora de la infraestructura pública.
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