Transitar por las calles de Santo Domingo se ha convertido en una especie de tortura obligatoria sin que se vea una mejoría en el corto y mediano plazo.
Para las personas que trabajan en los alrededores de las oficinas públicas ubicadas en la Av. México y tienen la necesidad de desplazarse hacia Santo Domingo Oeste, Bella Vista, Cacicazgos, Herrera, Mirador Sur, etc., invierten en el día cerca de 1 hora y media o más solo en el traslado para llegar a su lugar de trabajo y luego a sus casas.
Este tiempo es impensable en un trayecto que abarca menos de 9 km de distancia, algo que debería tomar como mucho 10 o 15 minutos si se tuvieran las soluciones viales adecuadas.
En República Dominicana se ha priorizado la compra de vehículos privados y, aunque el gobierno actual ha hecho esfuerzos por crear rutas o corredores de transporte masivo como el de la Churchill o la Núñez de Cáceres, las avenidas 27 de Febrero, Máximo Gómez, y J.F. Kennedy no tienen estas soluciones y son las que conectan de este a oeste y viceversa.
Las grandes ciudades y su desarrollo traen consigo congestiones viales, pero cuando estas impactan la calidad de vida de los ciudadanos, es de orden prioritario buscar soluciones que les permitan tener una alternativa más allá de salir más temprano de sus casas o más tarde de sus trabajos.
Otro de los puntos que afectan el tránsito en la capital dominicana es el exceso de motocicletas, las cuales representan un 56.5% del parque vehicular a nivel nacional, según un informe publicado por la Dirección General de Impuestos Internos (DGII). Son estas las que no respetan en lo absoluto las leyes de tránsito, provocando accidentes y estrés para los automovilistas por su manejo temerario, sin que nadie haga nada al respecto.
El gobierno, en su esfuerzo por mejorar esta situación, implementó un plan de regularización para los motoristas, el cual prometía muchos avances. Sin embargo, cuando uno ve que son los propios agentes de tránsito quienes hacen caso omiso a las infracciones como saltarse semáforos en rojo, transportar pasajeros sin casco protector, manejar por las aceras y conducir en sentido contrario, pareciera que hay un mandato de dejarlos tranquilos y solo enfocarse en los vehículos, lo cual es parte del caos vial en Santo Domingo.
Con la nueva designación de Milton Morrison a cargo del INTRANT, se espera que haya algún tipo de cambio. Esperemos que sea favorable.
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