La volatilidad del tipo de cambio en la República Dominicana ha generado preocupación entre los actores económicos del país. En las últimas semanas, la cotización del dólar ha superado el umbral de los RD$ 60 por unidad, lo que ha encendido las alarmas sobre sus posibles efectos en la inflación y en los precios de los bienes y servicios de consumo diario.
El Dolar Ya se Vende a 60 x 1 en los Principales Bancos y Asociaciones
Iván García, presidente de la Federación Dominicana de Comerciantes (FDC), ha instado al Banco Central a intervenir en el mercado cambiario con una inyección de al menos US$ 1,000 millones para frenar el aumento de la tasa de cambio. García advierte que, si esta tendencia no se revierte, el encarecimiento de los productos y servicios será inevitable, afectando de manera directa el bolsillo de la población.
El dirigente comercial expresa su preocupación por la situación, destacando que, a pesar de que el Banco Central cuenta con reservas históricas de cerca de US$ 9,000 millones, el dólar ha alcanzado los RD$ 60.30 en algunas transacciones recientes. Este fenómeno, que desborda las proyecciones del Presupuesto General del Estado para 2024, pone en riesgo la estabilidad económica y amenaza con generar presiones inflacionarias.
Las reservas internacionales: un recurso estratégico no utilizado
García subraya que la República Dominicana ha recibido un flujo considerable de divisas gracias al turismo y las remesas enviadas por los dominicanos residentes en el extranjero, lo que debería contribuir a la estabilidad cambiaria. Sin embargo, considera que el Banco Central no ha utilizado de manera efectiva estas reservas para estabilizar el mercado. Según García, es crucial inyectar dólares en la economía para combatir la especulación en torno al tipo de cambio y evitar que los precios continúen en ascenso.
«Es necesario que el Banco Central actúe con rapidez y ponga al menos US$ 1,000 millones en circulación para que el dólar vuelva a su cotización anterior, cercana a los RD$ 59.80 por unidad», insiste García. La falta de intervención oportuna, en su opinión, podría agravar aún más la inflación, afectando tanto a los consumidores como a los comerciantes que se ven obligados a ajustar sus precios en función del tipo de cambio.
Impacto en los precios de los bienes y servicios
La variación en el tipo de cambio tiene un impacto directo en los costos de reposición de inventarios para los comerciantes, especialmente para aquellos que dependen de insumos importados. García señala que los grandes comerciantes son los primeros en ajustar los precios cuando el dólar aumenta, lo que genera un efecto dominó en el resto de la cadena comercial.
Además, el presidente de la FDC advierte que incluso servicios profesionales, como la asesoría legal, ya se están facturando en dólares, con tarifas que varían entre US$ 60 y US$ 150. Esto evidencia que la volatilidad cambiaria no solo afecta los productos de consumo, sino también los servicios esenciales para el sector empresarial.
La crisis del arroz: otro frente de preocupación
A la situación cambiaria se suma una posible crisis en el mercado del arroz, uno de los productos básicos más importantes en la canasta familiar dominicana. García advierte que los inventarios de arroz se han reducido significativamente y que, de no otorgarse permisos de importación de manera inmediata, el precio del cereal podría dispararse a niveles nunca vistos.
El dirigente comercial criticó la concentración de permisos de importación en manos de un pequeño grupo de molineros de arroz, lo que, según él, ha impedido que el comercio organizado acceda a las cuotas necesarias para equilibrar el mercado. García urgió al Gobierno a democratizar la asignación de permisos para evitar que el precio del arroz, que ya ha subido de RD$ 25 a RD$ 40 por libra, continúe escalando hasta los RD$ 50, afectando principalmente a los sectores más vulnerables de la población.
Perspectivas
La situación actual del tipo de cambio y la posible crisis alimentaria ponen de manifiesto la necesidad de una acción coordinada entre el sector público y privado para salvaguardar la estabilidad económica del país. Mientras los comerciantes esperan una respuesta rápida por parte del Banco Central, el impacto de estas dinámicas en los precios de los productos y servicios sigue siendo una preocupación latente para la población dominicana.
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