Washington, D.C. – La inflación subyacente en Estados Unidos, medida por el índice de Precios del Gasto de Consumo Personal Básico (PCE), mostró un aumento moderado en julio, lo que refuerza las expectativas de que la Reserva Federal (Fed) comenzará a recortar las tasas de interés el próximo mes. Este índice, que excluye los volátiles precios de los alimentos y la energía, aumentó un 0,2% en comparación con junio, según informó la Oficina de Análisis Económico.
Análisis del Contexto Económico
El PCE es una de las métricas preferidas por la Fed para medir la inflación, ya que ofrece una visión más precisa y ajustada de las tendencias de precios a largo plazo. En una base anualizada de tres meses, este índice avanzó un 1,7%, marcando su ritmo más lento en lo que va del año y mostrando un enfriamiento en comparación con el 2,6% registrado hace un año. Esta desaceleración, combinada con el repunte del gasto de los hogares ajustado a la inflación, que subió un 0,4%, sugiere que la economía estadounidense podría estar en una posición más estable para afrontar una reducción de los costos de endeudamiento.
El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, indicó recientemente que el enfriamiento sostenido de la inflación, junto con señales de debilitamiento en el mercado laboral, es una razón suficiente para comenzar a relajar la política monetaria restrictiva. Este escenario es respaldado por el informe del viernes, que destaca la necesidad de flexibilizar las tasas de interés para evitar sofocar el crecimiento económico.
Implicaciones para el Mercado y la Economía
Tras la publicación del informe, los futuros bursátiles se mantuvieron al alza, mientras que los rendimientos del Tesoro subieron ligeramente, reflejando la confianza de los inversores en la estabilidad económica y en la inminente reducción de las tasas de interés. Los operadores de swaps, que apuestan por la dirección futura de las tasas de interés, no alteraron sus expectativas, manteniendo estable el pronóstico de recortes por parte de la Fed para el resto del 2024.
La Fed ha puesto un énfasis especial en la inflación de los servicios, excluyendo la vivienda y la energía, que tiende a ser más rígida y menos volátil. Este indicador específico también registró un aumento del 0,2% en julio, manteniendo el mismo ritmo del mes anterior, y ha subido un 3,25% en el último año, el ritmo más lento en más de tres años.
El próximo informe de empleo de agosto, que se publicará la semana que viene, será crucial para la Fed antes de su reunión de septiembre. Los datos de empleo son vitales para determinar las expectativas del gasto de los consumidores, el principal motor de la economía estadounidense.
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