La Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) de República Dominicana y la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA) preparan un informe sobre la reciente incautación de 9.8 toneladas de cocaína en Puerto Caucedo. Este hecho fue anunciado este viernes por el presidente Luis Abinader, quien destacó la magnitud histórica de esta confiscación y su impacto en la lucha contra el narcotráfico.
El mandatario Luis Abinader subrayó que esta operación representa “un gran golpe contra el narcotráfico” y reconoció la colaboración internacional, especialmente de Guatemala y otros países involucrados en el combate a esta problemática. “Vamos a seguir colaborando”, afirmó Abinader, quien también mencionó que están a la espera de los resultados del reporte conjunto de la DNCD y la DEA.
La droga incautada, con un valor estimado en $250 millones, tenía como destino final Bélgica y se transportaba en un contenedor marítimo. Este decomiso marca un precedente no solo en República Dominicana, sino también en la región del Caribe, siendo el más grande registrado hasta la fecha.
Conflictos en torno al origen del cargamento
La operación ha generado declaraciones cruzadas entre las autoridades de los países por los que transitó la embarcación antes de llegar a República Dominicana. Según el Ministerio de Gobernación de Guatemala, el contenedor fue revisado mediante tecnología de escaneo en Puerto Barrios y no presentó indicios de actividad ilícita. Sin embargo, la droga fue descubierta en territorio dominicano, lo que ha llevado a interrogantes sobre el punto de origen de la carga ilícita.
El presidente guatemalteco, Bernardo Arévalo, afirmó que las autoridades dominicanas admitieron que la droga fue embarcada en República Dominicana. Esta declaración no fue abordada directamente por Abinader en su comunicado.
Honduras también negó cualquier relación con el cargamento, asegurando que los contenedores “no tocaron suelo ni puertos hondureños” durante el tránsito.
Implicaciones internacionales
El decomiso pone de manifiesto los desafíos del narcotráfico en el Caribe y la importancia de la colaboración entre los países de la región. Las autoridades dominicanas trabajan de la mano con agencias internacionales para determinar responsabilidades y desarticular las redes criminales involucradas.
Mientras tanto, el informe que prepara la DNCD en conjunto con la DEA será crucial para esclarecer los detalles de esta operación y reforzar las estrategias de combate al narcotráfico.
Con este decomiso, República Dominicana envía un mensaje contundente a las organizaciones delictivas y refuerza su compromiso en la lucha contra el crimen transnacional.
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