El Proyecto Hostos, una iniciativa ambiciosa de la empresa Caribbean Transmission Development Company, promete revolucionar el panorama energético de la región del Caribe al conectar eléctricamente a la República Dominicana y Puerto Rico mediante un cable submarino. Los líderes del proyecto, Rafael Vélez, presidente y CEO de la compañía, y Tirso Selman, director del Proyecto Hostos, explicaron durante una entrevista en Telenoticias con Roberto Cavada los beneficios estratégicos que esta iniciativa aportará a ambas islas.
Una conexión energética clave para el Caribe
El cable submarino, que se extenderá 116 kilómetros desde la costa este de la República Dominicana hasta Mayagüez, Puerto Rico, es un paso importante hacia la integración eléctrica en el Caribe. Según Vélez, este proyecto no solo busca fortalecer la estabilidad energética en ambas islas, sino que también fomenta una mayor colaboración en situaciones de emergencia, como desastres naturales o huracanes, que frecuentemente afectan la región.
«Este proyecto no se puede ver como uno que le está robando capacidad al sistema eléctrico dominicano», señaló Vélez, aclarando que la energía generada será destinada principalmente a Puerto Rico. Sin embargo, la interconexión permitirá que las dos islas se apoyen mutuamente en tiempos de necesidad. Este tipo de interconexión es similar a los modelos ya implementados en regiones como Europa y Centroamérica, donde los países comparten redes eléctricas para garantizar una mayor seguridad y estabilidad en el suministro de energía.
Compromiso con el medio ambiente
Uno de los aspectos más destacados del Proyecto Hostos es su compromiso con la protección del medio ambiente. Tirso Selman subrayó que se han tomado todas las medidas necesarias para minimizar cualquier impacto negativo en los ecosistemas marinos, asegurando que el cable estará completamente protegido contra posibles daños, como el contacto con anclajes o accidentes que puedan comprometer su funcionamiento. Además, afirmó que se han desarrollado planes para garantizar que los corales y otros hábitats marinos sensibles no se vean afectados por la instalación del cable submarino.
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Este enfoque cuidadoso en el diseño y la implementación del proyecto responde no solo a las preocupaciones ambientales, sino también a las exigencias del presidente Luis Abinader, quien ha condicionado la aprobación del proyecto a que el cable sea bidireccional y venga acompañado de nueva capacidad de generación eléctrica. Esto garantizará que la demanda energética interna de la República Dominicana no se vea comprometida y, en el futuro, también permitiría que Puerto Rico envíe energía a su país vecino en situaciones de necesidad.
Un proyecto a largo plazo con grandes beneficios
La inversión en el Proyecto Hostos es completamente privada y contempla plazos de implementación que abarcan desde la obtención de los permisos necesarios hasta la fabricación e instalación del cable submarino. Según estimaciones de los líderes del proyecto, se espera que la puesta en marcha completa del sistema de interconexión ocurra entre los años 2027 y 2028.
«Es un proyecto a largo plazo, pero que traerá enormes beneficios para la región», afirmó Vélez. La interconexión no solo permitirá a las dos islas compartir recursos energéticos, sino que también podría ser el primer paso hacia una mayor integración eléctrica entre otros países del Caribe.
Impacto en la resiliencia energética
El proyecto Hostos se presenta como una solución estratégica para mejorar la resiliencia energética en una región vulnerable a desastres naturales y desafíos energéticos. La capacidad de compartir energía entre la República Dominicana y Puerto Rico ofrece una oportunidad única para ambos países de garantizar un suministro eléctrico más estable y fiable, incluso en momentos críticos. Este tipo de cooperación podría reducir la dependencia de combustibles fósiles y otros recursos externos, favoreciendo una mayor seguridad energética a largo plazo.
El Proyecto Hostos representa un hito en el esfuerzo por modernizar y diversificar las fuentes de energía en el Caribe. Al seguir modelos de interconexión eléctrica como los que ya existen en Europa y otras partes del mundo, esta iniciativa tiene el potencial de transformar la forma en que los países de la región gestionan su energía, promoviendo un enfoque más sostenible y colaborativo.
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