MOSCÚ.- La reciente autorización del presidente Joe Biden para que Ucrania utilice misiles de largo alcance fabricados en Estados Unidos ha sido calificada por Rusia como un «punto de no retorno» en el conflicto en Europa del Este. Desde el Kremlin, las declaraciones de altos funcionarios alertan sobre el riesgo inminente de una Tercera Guerra Mundial, elevando la tensión global a niveles no vistos desde la Guerra Fría.
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Un cambio significativo en la política estadounidense
Hasta ahora, la administración Biden había mantenido una postura cautelosa respecto al uso de armas avanzadas fuera del territorio ucraniano. Sin embargo, según reportes del medio estadounidense Politico, Biden habría autorizado el despliegue de los sistemas de misiles tácticos del ejército (ATACMS, por sus siglas en inglés), capaces de alcanzar objetivos a una distancia de hasta 300 kilómetros. Este cambio marca un giro radical en la política exterior de Estados Unidos, posicionándolo como un actor más directo en el conflicto.
Dmitry Peskov, portavoz del Kremlin, calificó la medida como una escalada peligrosa y acusó a Estados Unidos de estar «directamente involucrado en el conflicto». Según Peskov, “si se confirma esta autorización, Estados Unidos estará cruzando una línea roja, intensificando un conflicto que ya ha causado estragos en Europa del Este”.
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La respuesta de Rusia: advertencias y amenazas
La reacción desde Moscú no se hizo esperar. Vladimir Dzhabarov, vicepresidente del comité de asuntos internacionales de la cámara alta rusa, afirmó que esta decisión podría interpretarse como un acto de agresión directa hacia Rusia. “Si los misiles de largo alcance son utilizados contra nuestro territorio, consideraremos que Estados Unidos ha entrado oficialmente en guerra contra nosotros”, declaró Dzhabarov en una entrevista con medios locales.
El presidente ruso, Vladímir Putin, también advirtió en septiembre sobre las posibles consecuencias de permitir que Ucrania emplee armamento avanzado contra objetivos rusos. “Esto será visto como una participación directa de la OTAN en el conflicto. Las naciones occidentales están jugando con fuego”, dijo Putin en una reunión con altos mandos militares.
Ucrania prepara su ofensiva mientras el mundo observa
La autorización de estos misiles ATACMS permitirá a Ucrania atacar objetivos estratégicos dentro de territorio ruso, un escenario que hasta hace poco era considerado tabú. Según fuentes militares, los primeros ataques podrían realizarse en los próximos días. A pesar de la reticencia inicial, el Pentágono ha relajado las restricciones operativas debido al creciente apoyo de Corea del Norte a Rusia, incluyendo el suministro de misiles y drones.
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El presidente ucraniano, Vladímir Zelenski, ha adoptado un tono desafiante. Durante un discurso reciente, afirmó: “Los ataques no se anuncian, se ejecutan. Los misiles hablarán por sí mismos”. Estas declaraciones subrayan la intención de Ucrania de maximizar el impacto estratégico de esta nueva capacidad armamentística.
Implicaciones globales: ¿Una Tercera Guerra Mundial?
La posibilidad de una escalada hacia un conflicto global ha sido tema de debate entre expertos y líderes internacionales. Un alto funcionario militar francés, quien prefirió mantener el anonimato, comentó: “Esta autorización no alterará significativamente el equilibrio de poder en el conflicto, pero podría intensificarlo a un nivel peligroso. Es una guerra industrial, y quien produzca más armas tendrá la ventaja”.
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Sin embargo, en círculos conservadores, la preocupación va más allá de lo militar. Analistas advierten que la medida podría desencadenar consecuencias catastróficas para la economía global, ya debilitada por la inflación y la inestabilidad en los mercados energéticos. El aumento del precio del petróleo, el gas y los alimentos básicos podría golpear duramente a las economías más vulnerables.
La postura de Trump: «Esto nunca habría ocurrido bajo mi administración»
En el contexto político estadounidense, el expresidente Donald Trump no perdió la oportunidad de criticar la decisión de Biden. En un evento reciente, Trump afirmó que bajo su administración “Rusia jamás habría llegado a este punto”. Trump ha prometido terminar el conflicto de manera rápida y decisiva si regresa a la Casa Blanca en 2025, reforzando su narrativa de que la debilidad de Biden ha exacerbado la crisis.
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La política de apoyo militar ilimitado a Ucrania también ha generado divisiones en el Congreso estadounidense. Mientras los republicanos más conservadores cuestionan los costos de financiar la guerra, los demócratas defienden la medida como una respuesta necesaria para proteger los valores democráticos en Europa.
Corea del Norte e Irán: Factores desestabilizadores
La participación de Corea del Norte y el uso de drones iraníes por parte de Rusia han complicado aún más el panorama. Según reportes de inteligencia, estos aliados de Moscú han intensificado su cooperación militar, lo que ha llevado a Estados Unidos a reconsiderar su enfoque.
A pesar de ello, algunos analistas señalan que la introducción de los ATACMS no será suficiente para cambiar significativamente la dinámica del conflicto. “El problema no es el alcance de los misiles, sino la capacidad de producción. Rusia aún tiene la ventaja en términos de volumen y recursos”, señaló un experto en estrategia militar.
Conclusión: Un mundo al borde del abismo
La autorización de misiles de largo alcance a Ucrania marca un punto de inflexión en el conflicto. Para Estados Unidos, representa un compromiso más profundo en una guerra que ya ha tensado las relaciones internacionales. Para Rusia, es una provocación que podría llevar al mundo a un escenario de consecuencias impredecibles.
Mientras los líderes mundiales evalúan los próximos pasos, una pregunta resuena en los pasillos del poder: ¿Estamos al borde de un conflicto global? La respuesta dependerá de las acciones tomadas en las próximas semanas, donde la diplomacia y la prudencia serán más necesarias que nunca.
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