Los precios del petróleo registraron una caída este miércoles, influenciados por datos recientes que evidencian un aumento significativo en los inventarios de crudo en Estados Unidos, superando las expectativas del mercado. A pesar de esta caída, los futuros del crudo aún muestran un alza cercana al 2% durante la semana debido a las tensiones continuas en Oriente Medio.
Los futuros del Brent cerraron en 74,96 dólares por barril, lo que representa una caída de 1,08 dólares o 1,42%, mientras que el West Texas Intermediate (WTI) en Estados Unidos bajó 97 centavos o 1,35%, ubicándose en 70,77 dólares el barril. La semana pasada, ambos indicadores cayeron más de un 7%, afectados por la preocupación sobre la demanda china y la disminución de los temores sobre interrupciones en el suministro desde Oriente Medio. No obstante, en las primeras dos sesiones de esta semana, el petróleo repuntó debido a la presencia de compradores.
En cuanto a los inventarios de crudo en Estados Unidos, estos aumentaron en 5,5 millones de barriles, alcanzando un total de 426 millones de barriles en la semana finalizada el 18 de octubre, según la Administración de Información de Energía. Este incremento superó ampliamente las proyecciones de los analistas, quienes estimaban un aumento de solo 270.000 barriles.
Según Andrew Lipow, presidente de Lipow Oil Associates, «el significativo incremento en los inventarios compensa la caída observada la semana pasada. Sin embargo, gran parte de esto se debe al aumento de las importaciones de crudo, relacionado en gran medida con los efectos del huracán Milton». Durante la semana anterior, las importaciones y la demanda disminuyeron debido a las interrupciones causadas por el huracán.
Las operaciones en las refinerías también mostraron un repunte, ya que muchas instalaciones reanudaron sus actividades tras el mantenimiento estacional de otoño en el hemisferio norte. Este incremento resultó en una mayor producción de gasolina, aunque los destilados presentaron una reducción más moderada en comparación con la semana anterior, según los analistas.
Adicionalmente, el índice dólar (DXY) alcanzó su nivel más alto desde finales de julio, presionando los precios del petróleo. Una moneda estadounidense más fuerte puede reducir la demanda de crudo por parte de compradores que operan en otras monedas, encareciendo el producto para ellos.
Si bien la acumulación de existencias de crudo ha impactado los precios, las preocupaciones persistentes sobre el posible riesgo de suministro en Oriente Medio han moderado en cierta medida la caída de los precios, mostrando la influencia continua de las tensiones geopolíticas en el mercado energético global.
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