Ciudad de México — En una movida que sorprendió al mercado, el Banco de México (Banxico) redujo su tasa de interés en 25 puntos base, situándola en un 10,75%. Este ajuste llega en un momento crítico, marcado por una creciente inflación y un reciente desplome en los mercados bursátiles, conocido como el lunes negro.
La decisión, tomada el 8 de agosto, no fue unánime. La gobernadora de Banxico, Victoria Rodríguez Ceja, junto con los subgobernadores Galia Borja Gómez y Omar Mejía Castelazo, votaron a favor del recorte. Sin embargo, los subgobernadores Irene Espinosa Cantellano y Jonathan Heath abogaron por mantener la tasa en 11%.
Este recorte se produce tras dos reuniones consecutivas donde Banxico decidió pausar los ajustes debido al repunte inflacionario y la volatilidad del tipo de cambio. La reciente decisión sorprendió a los analistas consultados en la Encuesta Citibanamex, quienes anticipaban el recorte para septiembre tras los recientes eventos en los mercados.
La última minuta de Banxico ya había revelado que al menos tres miembros de la Junta de Gobierno estaban considerando discutir una baja en la tasa de interés para esta decisión. La situación se volvió aún más crítica tras la publicación de nuevos datos de inflación por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), indicando un aumento de la inflación general a 5,57% en julio. Este incremento fue impulsado por el alza en los precios de frutas y verduras, alcanzando el nivel más alto en 14 meses.
Desde junio de 2021, cuando la tasa de interés se ubicó en 4,25%, Banxico inició un ciclo alcista que culminó en marzo de 2023 con un récord de 11,25%. Un año después, en marzo de 2024, el banco comenzó un ciclo de recortes con una reducción de 25 puntos base. En mayo, decidieron pausar el recorte, extendiendo esta pausa hasta la decisión de junio.
El contexto económico global y local ha sido turbulento. El reciente desplome de los mercados bursátiles, los temores de una recesión en Estados Unidos y la volatilidad del tipo de cambio han creado un ambiente de incertidumbre. En este marco, la decisión de Banxico de ajustar la tasa a la baja busca estabilizar la economía y controlar la inflación.
Para los inversores y analistas, esta movida de Banxico implica una estrategia de balanceo entre controlar la inflación y fomentar el crecimiento económico en un entorno volátil. La próxima reunión de política monetaria será crucial para determinar si este recorte será suficiente para enfrentar los desafíos actuales.
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