Santo Domingo.– En un mensaje al país, el presidente Luis Abinader presentó este domingo un paquete de 15 medidas de control migratorio, orientadas a reforzar la seguridad fronteriza, frenar la entrada irregular de personas desde Haití y proteger los recursos públicos. La alocución, transmitida por cadena nacional, marca un punto de inflexión en la política migratoria de la República Dominicana.
Abinader inició su intervención destacando que la soberanía no se negocia y que “las bandas criminales haitianas no encontrarán refugio en nuestra tierra”. Entre las primeras acciones, anunció la ampliación de la supervisión militar en la frontera mediante seis nuevas áreas operativas, bajo el mando de oficiales superiores. Además, se sumarán 1,500 soldados adicionales a los 9,500 ya desplegados, como señal de fuerza y disuasión.
En tercer lugar, ordenó acelerar la construcción del muro fronterizo, con una licitación inmediata para 13 kilómetros adicionales, que se sumarían a los 54 kilómetros ya finalizados. Según el mandatario, esta medida busca “fortalecer la capacidad de respuesta ante cualquier amenaza que intente cruzar a tierra dominicana”.
Abinader también planteó reformas legales, incluyendo la modificación del Código Laboral para sancionar con más severidad a quienes faciliten el empleo de migrantes en condición irregular. Igualmente, el Congreso recibirá un anteproyecto de ley migratoria que establece penas más duras para civiles, militares y propietarios que amparen la migración ilegal.
Otra medida clave es el fortalecimiento de la Dirección General de Migración, que recibirá 750 nuevos agentes, además de la instalación de oficinas de control migratorio en todas las provincias. Se prevé también modificar el reglamento de operación de los mercados binacionales, como medida para frenar el cruce de migrantes que buscan establecerse de forma irregular.
En el ámbito judicial, el presidente propuso la creación de una Procuraduría Especializada en Asuntos Migratorios, y solicitó a los gobiernos locales su colaboración activa para agilizar las repatriaciones.
Una medida que ha generado amplio debate es la implementación de un protocolo obligatorio en hospitales públicos, el cual requerirá identificación, prueba de residencia y carta laboral para recibir atención. En caso contrario, tras ser estabilizados, los pacientes en situación irregular serán repatriados inmediatamente. Se colocará un agente migratorio en cada hospital para garantizar el cumplimiento del protocolo.
El mandatario también abordó la situación laboral, proponiendo la dominicanización del empleo con un aumento salarial de 25 % en zonas francas y 30 % en el sector turístico, a fin de incentivar la contratación de nacionales. Además, anunció que los beneficiarios del programa Supérate podrán incorporarse al mercado laboral sin perder su subsidio, especialmente en construcción y agricultura.
Para modernizar ambos sectores y reducir la dependencia de mano de obra ilegal, se ampliará el fondo del BANDEX, que ha desembolsado RD$2,800 millones hasta la fecha, con el fin de financiar la mecanización agrícola y la industrialización de la construcción.
El presidente cerró su discurso con un llamado a la unidad: “La historia nos juzgará no por nuestras críticas, sino por lo que fuimos capaces de construir juntos. Esta es una causa justa. La defenderemos con la ley en la mano y con el corazón en la patria”.
La intervención del mandatario refleja una postura más firme y estructurada ante la crisis en Haití, que amenaza con desbordar la capacidad institucional dominicana. Las medidas anunciadas marcan el inicio de una política de tolerancia cero con la migración irregular, respaldada por la ley, la fuerza pública y la voluntad política.
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