El reciente proceso de modificación constitucional en la República Dominicana ha generado una serie de ajustes significativos en la Carta Magna, que marcan una nueva etapa en la gobernabilidad del país. Esta reforma, la cuadragésima en la historia dominicana, fue aprobada por la Asamblea Nacional Revisora y promete cambiar aspectos clave del sistema político y judicial.
Cambios aprobados en la Constitución dominicana
Entre los cambios más notables está la reducción de la cantidad de diputados de 190 a 170, un ajuste que, según los legisladores, busca mejorar la representación y eficiencia en la Cámara de Diputados. La unificación de las elecciones municipales, congresuales y presidenciales, programada para 2032, es otro de los puntos centrales. Esto permitirá coordinar mejor los procesos electorales y evitar la fragmentación de los comicios, algo que ha sido históricamente problemático en el país.
Por otra parte, el nuevo método para la elección del Procurador General representa una mejora en la transparencia del sistema judicial. Con esta reforma, el presidente de la República tendrá un plazo de 90 días para proponer al Consejo Nacional de la Magistratura (CNM) un candidato para este cargo tan importante, un proceso que fortalece la independencia del Poder Judicial.
Ministerio Público y el Consejo Nacional de la Magistratura (CNM)
Otro cambio relevante es la inclusión del presidente del Tribunal Constitucional en el CNM, lo que refuerza el papel del Tribunal en la designación de jueces y fiscales. Además, se estableció que el procurador general tendrá un mandato de dos años, renovable si el CNM así lo decide. Esta medida tiene como fin garantizar la estabilidad y continuidad en la persecución penal, pero con la flexibilidad necesaria para adaptar la política criminal a las circunstancias cambiantes.
En cuanto a la limitación de los mandatos presidenciales, se prohibió que un mandatario se mantenga más allá de dos periodos consecutivos, blindando así el artículo 124 de la Constitución. Esta cláusula fue introducida para evitar que los futuros presidentes modifiquen las reglas de reelección durante sus mandatos, un tema siempre delicado en la política dominicana.
Candado a la reelección y otras disposiciones clave
La reforma también incluye un artículo que prohíbe que los funcionarios electos se beneficien de las modificaciones constitucionales que alteren las reglas de postulación, elección y permanencia en el cargo. Esto busca evitar que quienes están en el poder puedan manipular la Constitución para su beneficio personal, garantizando mayor imparcialidad y respeto a las reglas democráticas.
Finalmente, la modificación del artículo 274 asegura que, en caso de vacantes en cargos electivos, como lo sucedido recientemente en la alcaldía de La Vega, haya un mecanismo claro y legal para cubrir esas posiciones. Este ajuste responde a la necesidad de llenar vacíos legales en casos de renuncias o situaciones imprevistas.
Implicaciones de las reformas
Este paquete de reformas, impulsado por el Poder Ejecutivo, ha sido ampliamente discutido y debatido en el Congreso, donde fue aprobado en segunda discusión con algunas diferencias respecto a la propuesta original. Aunque algunas modificaciones han generado controversia, especialmente aquellas relacionadas con la representación legislativa y los cambios en el Ministerio Público, estas reformas tienen como objetivo principal mejorar la gobernabilidad y asegurar que las instituciones funcionen de manera más eficiente y justa.
Perspectiva
La reforma constitucional aprobada en República Dominicana tiene un impacto profundo en el sistema político y judicial del país. Con la reducción en el número de diputados, la unificación de elecciones y el fortalecimiento del Ministerio Público, el país busca modernizar sus instituciones y adaptarse a los desafíos actuales. Sin embargo, será clave monitorear cómo se implementan estos cambios y si efectivamente cumplen con los objetivos propuestos
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