En medio de un debate que podría redefinir la representación política en la República Dominicana, el Bloque de Diputados del Partido Revolucionario Moderno (PRM) ha decidido dar un paso adelante al consensuar la disminución de sólo 20 diputados, en contraste con la propuesta original del Poder Ejecutivo de reducir 53 escaños. Este movimiento, que parece ser una señal de cautela, refleja tanto la complejidad del tema como la voluntad del PRM de alinearse con las demandas de austeridad sin comprometer en exceso la representación territorial.
El diputado Aldo Adón, representante del Distrito Nacional, detalló que se ha alcanzado un acuerdo preliminar para reducir el número de diputados únicamente en aquellas circunscripciones que actualmente cuentan con cinco o más escaños. “Hemos llegado a la conclusión de que, si bien no estamos completamente de acuerdo con un recorte masivo, entendemos la necesidad de que el Estado ahorre recursos”, señaló. Adón también informó que la cifra final será discutida en una reunión este miércoles con José Ignacio Paliza, presidente del PRM, en la oficina del Bloque de Diputados en el Congreso.
Esta postura del PRM puede ser vista como un intento de conciliar el ahorro necesario con la preservación de un sistema democrático robusto, que debe garantizar que todas las regiones del país estén adecuadamente representadas. Reducir drásticamente el número de diputados no sólo afectaría a las circunscripciones más grandes, sino que también podría comprometer el principio de representación proporcional, un baluarte de las democracias modernas.
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Un equilibrio complicado: austeridad y representación
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El diputado por San Pedro de Macorís, Luis Gómez, fue uno de los que manifestó su desacuerdo con la propuesta de reducción. Aunque no está de acuerdo con disminuir la cantidad de diputados, acata las decisiones de su partido por un profundo sentido de institucionalidad y disciplina. Gómez expresó su preferencia por mantener el número de diputados en 190, como está actualmente, subrayando que esta cifra permite una representación adecuada sin sobrecargar al Estado.
“Soy una persona de partido, soy institucionalista, pero, además, de pueblo y el consenso a que llegue el PRM me tendrá presente”, declaró. Esta declaración refleja el compromiso de los miembros del PRM de subordinar sus opiniones individuales al consenso partidario, un rasgo característico de las democracias conservadoras, donde la disciplina y la lealtad institucional son primordiales.
Pensando en el futuro del país, no en intereses particulares
Otro legislador, Miguel A. Redondo, también por San Pedro de Macorís, adoptó una postura más pragmática al señalar que lo más importante es tomar decisiones que beneficien al país en su conjunto, no a los legisladores individuales. “Hoy estamos aquí, mañana a lo mejor no estamos, por eso las cosas hay que pensarlas bien sobre qué es lo que conviene al país”, afirmó Redondo, haciendo eco de un sentimiento común en las filas conservadoras del PRM.
En un país donde el gasto público es constantemente criticado, Sadoky Duarte, representante de Juan Sánchez Ramírez, sugirió que la mejor opción sería eliminar los diputados del Parlamento Centroamericano (Parlacén), ya que considera que este organismo no contribuye significativamente al país. Según Duarte, los congresistas dominicanos están comprometidos con el trabajo continuo, a diferencia de lo que se percibe de otras instituciones.
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