Meta, la compañía antes conocida como Facebook, ha decidido cancelar su ambicioso proyecto de desarrollar un casco de realidad mixta de alta gama que buscaba competir directamente con el Vision Pro de Apple. Este movimiento se produce en un contexto de críticas y ventas decepcionantes de los dispositivos de realidad mixta, lo que ha generado dudas sobre el futuro de esta tecnología en el mercado.
El proyecto, conocido internamente con el nombre en clave «La Jolla», estaba previsto para ser lanzado en 2027. Sin embargo, según un informe de The Information, Meta ha dado instrucciones a su equipo para interrumpir el desarrollo debido a los elevados costos asociados con la tecnología de pantallas MicroOLED, la misma que utiliza el Vision Pro de Apple. Esta tecnología, aunque avanzada, resulta extremadamente cara, lo que ha influido en la decisión de Meta de reevaluar su enfoque en el mercado de realidad mixta.
Andrew Bosworth, director técnico de Meta, se pronunció sobre esta decisión a través de un post en Threads, donde explicó: «Tenemos muchos prototipos en desarrollo en todo momento. Pero no los llevamos todos a producción. Avanzamos con algunos, pasamos de otros». Esta declaración refleja la estrategia de Meta de ser selectiva con los proyectos que lleva al mercado, especialmente en un entorno económico donde la viabilidad financiera es clave.
La cancelación de La Jolla se produce después de que Meta haya experimentado resultados mixtos con sus anteriores incursiones en la realidad virtual. El Quest Pro, un casco de alta gama lanzado en 2022, tuvo un precio elevado de $1.500, y aunque generó cierto interés, no logró el éxito esperado. Este patrón parece repetirse en la industria, como lo demuestra el limitado lanzamiento y el elevado precio de $3.500 del Vision Pro de Apple, que también ha tenido dificultades para captar el entusiasmo de los consumidores.
La decisión de Meta de cancelar La Jolla subraya los desafíos inherentes al desarrollo y comercialización de tecnología de realidad mixta de alta gama. Aunque estas tecnologías prometen revolucionar la manera en que interactuamos con el mundo digital, el elevado costo de producción y la tibia recepción por parte del mercado ponen en duda su viabilidad a corto plazo. Meta, al igual que otras empresas en el sector, deberá seguir adaptándose y explorando nuevas formas de ofrecer experiencias inmersivas que sean tanto técnicamente viables como atractivas para el consumidor promedio.
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