El gigante de las búsquedas en línea, que está invirtiendo fuertemente en inteligencia artificial (IA), también alegró este jueves a Wall Street con el anuncio de un pago de dividendos: el precio de sus acciones se disparó casi un 12% en las operaciones electrónicas tras el cierre de la negociación.
«Google tardó más de 15 años en alcanzar una facturación anual de 100.000 millones de dólares. En los últimos seis años, hemos pasado de 100.000 millones de dólares a más de 300.000 millones de ingresos anuales», celebró Sundar Pichai, director ejecutivo del grupo estadounidense, en una conferencia para analistas.
Además del crecimiento de sus ingresos y ganancias, el negocio en la nube de la compañía también obtuvo un beneficio operativo de 900 millones de dólares en el periodo de enero a marzo, frente a los 190 millones del mismo periodo del año anterior, y mejor que los 700 millones esperados por los analistas.
YouTube también va bien, ya que los ingresos de la plataforma de video aumentaron un 20% interanual hasta superar los 8.000 millones de dólares.
«Las cosas pintan bien para Google. Su nube ha prosperado, como se esperaba», reaccionó Evelyn Mitchell-Wolf, de Emarketer. «Y YouTube se ha beneficiado de las inversiones en deportes en directo, una mejor gestión del problema del bloqueo de anuncios y una mejor monetización de Shorts», los videos cortos y entretenidos copiados de TikTok.
El servicio de streaming «registró así su mayor tasa de crecimiento en dos años«, añadió el analista.
Pero, sobre todo, el mercado estaba atento a las señales de que las inversiones de Google en IA generativa (producción de textos, imágenes y otros contenidos a partir de una simple consulta en lenguaje cotidiano) empezaban a dar sus frutos.
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