En República Dominicana, los grandes eventos deportivos no solo llegan, se enamoran y regresan. La historia reciente del IRONMAN 70.3 Cap Cana es el mejor ejemplo: lo que comenzó como un evento singular en 2023 rápidamente se transformó en una cita obligada en el calendario mundial. La calidad de la organización, la belleza del escenario, la calidez de nuestra gente y la excelencia de nuestra hospitalidad hicieron que no fuera un evento de una sola vez. En este sentido, Ciudad Destino Cap Cana se ha consolidado como el escenario perfecto para eventos de esta magnitud, gracias a su infraestructura de primer nivel, sus paisajes espectaculares y su capacidad para ofrecer experiencias inolvidables. Este destino ha logrado que los atletas y sus acompañantes no solo disfruten del evento, sino que también se enamoren del lugar, regresando edición tras edición. Hoy celebramos no solo su segunda, sino también su tercera edición confirmada, consolidando a República Dominicana como un destino confiable y deseado para el turismo deportivo internacional.
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Este fenómeno no es casual. Es el resultado de una estrategia nacional bien enfocada, impulsada por el Ministerio de Turismo y respaldada por el sector privado, que entiende que el turismo deportivo es mucho más que una tendencia: es una plataforma de desarrollo económico, proyección internacional y fortalecimiento de nuestra Marca País.
Un fenómeno que va más allá de la competencia
Más de 1,200 atletas de 37 países participarán en la edición 2025 del IRONMAN 70.3 Cap Cana. Pero detrás de estas cifras hay un efecto de fondo aún más relevante: los atletas no viajan solos. Vienen acompañados de familias, entrenadores, equipos médicos, patrocinadores y medios de comunicación, generando una movilización turística que dinamiza toda la cadena de valor: hoteles, restaurantes, alquiler de vehículos, servicios de excursiones y compras locales.
Cada atleta representa, en promedio, tres turistas adicionales, y cada visita no solo impacta en el corto plazo. Muchos de estos visitantes terminan enamorados del país, regresando como turistas tradicionales o, en muchos casos, convirtiéndose en inversionistas.
Deportistas hoy, inversionistas mañana
El turismo deportivo también está impulsando el mercado inmobiliario. Según datos de la Asociación de Agentes y Empresas Inmobiliarias (AEI), el 35% de las ventas en destinos premium como Punta Cana, Cap Cana y Casa de Campo provienen de visitantes que inicialmente llegaron atraídos por un evento deportivo.
El golfista que compite en el Corales Puntacana Championship, el pescador que participa en el White Marlin Classic o el triatleta del IRONMAN no solo viven una experiencia deportiva de clase mundial, sino que descubren en nuestro país un estilo de vida deseable, seguro y acogedor. Así, las competencias se transforman en puertas de entrada para nuevas inversiones y relaciones a largo plazo.
El respaldo institucional: un cambio de paradigma
La visión estratégica ha sido fundamental. La creación de la Comisión Público-Privada de Turismo Deportivo, anunciada en FITUR 2024, y la instalación de la Casa Dominicana en los Juegos Olímpicos de París 2024, son señales inequívocas de que el Estado dominicano reconoce el turismo deportivo como un pilar oficial de la Marca País.
Esta apuesta por el deporte no solo refuerza nuestra oferta turística tradicional. También proyecta una imagen moderna, saludable, competitiva y globalizada de República Dominicana, que nos diferencia frente a otros destinos del Caribe y América Latina.
Retos y oportunidades
A pesar del éxito creciente, el desafío es mantener y elevar los estándares. La infraestructura vial, la conectividad aérea, los servicios médicos de emergencia y la gestión ambiental sostenible deben seguir perfeccionándose para atender la creciente demanda de eventos internacionales.
También existe un enorme potencial para diversificar aún más las disciplinas que promovemos: deportes náuticos, surf, ciclismo de montaña, trail running, kitesurf y eventos ecuestres son solo algunas de las áreas con espacio para crecer, especialmente en nuevos polos turísticos como Miches, Samaná y Puerto Plata.
Una oportunidad histórica
Según el Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC), el turismo deportivo mueve anualmente más de 800,000 millones de dólares y crece a un ritmo superior al turismo convencional. República Dominicana tiene todo para convertirse en líder regional en este segmento: ubicación estratégica, clima perfecto, infraestructura de primer nivel y, sobre todo, una pasión por recibir con los brazos abiertos a quienes nos visitan.
La confianza que grandes marcas y organizaciones deportivas han depositado en nuestro país es un testimonio de que vamos por el camino correcto. Cada nueva edición de eventos como el IRONMAN no solo reafirma nuestra capacidad organizativa, sino también nuestra condición de destino ideal para la competencia de alto nivel y para el turismo de calidad.
Conclusión
El turismo deportivo ha dejado de ser una promesa para convertirse en una realidad robusta y en crecimiento. República Dominicana no solo organiza eventos deportivos de clase mundial; los convierte en tradiciones, en historias de éxito y en motores de desarrollo económico y social.
Ser hoy la casa natural de los grandes eventos deportivos del Caribe es un logro de todos: de las instituciones públicas, del sector privado y, sobre todo, del espíritu hospitalario que nos define como nación.
Con visión, trabajo conjunto y compromiso con la excelencia, el turismo deportivo será, sin duda, uno de los grandes legados de esta generación para el futuro de la República Dominicana.
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