Comprar o alquilar una vivienda sigue siendo el eterno dilema para quienes inician su vida independiente o planean formalizar una relación. Es la primera gran decisión para tener un espacio propio.
Aunque parece una pregunta sencilla, no lo es. De hecho, es una de las más frecuentes que recibimos los asesores financieros. Y la respuesta casi siempre es la misma: “depende”. Porque, en realidad, todo depende del perfil de quien la plantea. Hay personas con alta aversión al riesgo y otras con un apetito de riesgo considerable.
Recuerdo que, hace unos años, un amigo me comentaba que para él no tenía sentido adquirir una propiedad. Prefería invertir ese capital en su negocio —una financiera y un dealer de vehículos—. Desde su perspectiva, en vez de entregar RD$8 millones a un banco para comprar un inmueble, ese mismo monto podía prestarlo o usarlo para comprar y vender vehículos, con lo cual su dinero se multiplicaba por tres. Para su perfil, era la decisión más lógica.
Pero no todos están dispuestos a correr ese tipo de riesgos. Muchas personas prefieren la seguridad de tener su techo propio. No desean vivir alquilados y correr el riesgo de tener que mudarse porque el propietario decidió recuperar la vivienda.
Ahora bien, imaginemos dos personas con el mismo nivel de ingresos, ahorros y perfil de riesgo. ¿Qué les conviene más en el contexto actual: comprar o alquilar?
Tasas altas y precios elevados
Según el Reporte Inmobiliario de Corotos, publicado en Diario Financiero, y considerando el entorno económico actual, estas son algunas variables a tomar en cuenta:
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Las tasas de interés están en niveles altos. Financiar el 80% de una vivienda de RD$10 millones, es decir RD$8 millones, a una tasa del 14% TPP (Tasa promedio ponderada), implicaría una mensualidad aproximada de RD$106,539.31, sin incluir seguro ni mantenimiento. En total, el gasto mensual podría superar los RD$130,000, mientras que el alquiler promedio ronda los RD$50,222 mensuales.
¿La diferencia? Habla por sí sola. -
Los precios de las viviendas crecieron casi tres veces entre 2018 y 2022, al igual que los alquileres. Sin embargo, el más reciente informe del Indicador Mensual de la Actividad Económica (IMAE) refleja que el sector construcción cayó un 7.3% interanual. El economista Jaime Aristy Escuder señala que las altas tasas de interés (entre 15% y 16%) son la causa principal. Esto ha provocado un enfriamiento en las inversiones inmobiliarias, tanto privadas como públicas, lo que se traduce en una menor demanda y, por ende, posibles bajas en los precios, ofertas con línea blanca incluida o ferias inmobiliarias agresivas.
¿Cuál es la mejor decisión?
En el panorama actual, la recomendación es alquilar. El capital que se destinaría al inicial puede invertirse en un activo productivo, como un local comercial, que actualmente están en auge, o en un negocio que genere una rentabilidad superior a la inflación. Comprar una vivienda solo sería recomendable si se cuenta con, al menos, el 50% del valor del inmueble, lo que permitiría igualar o reducir el costo mensual frente al alquiler.
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