La Comisión Europea emitió una orden antimonopolio dirigida a Apple, exigiendo que abra su ecosistema a la competencia en cumplimiento con la Ley de Mercados Digitales (DMA, por sus siglas en inglés). La medida busca equilibrar el poder de las grandes tecnológicas y garantizar un entorno digital más competitivo.
La decisión llega seis meses después de que los reguladores iniciaran procedimientos para evaluar si Apple se ajustaba a los requisitos de la DMA. En este contexto, la empresa deberá permitir a fabricantes de hardware y desarrolladores de software acceder a su tecnología bajo lineamientos específicos proporcionados por la Comisión.
Requisitos impuestos a Apple
Los reguladores europeos establecieron varias obligaciones para la compañía:
- Interoperabilidad con terceros: Apple deberá permitir que fabricantes de teléfonos inteligentes, auriculares y dispositivos de realidad virtual accedan a su tecnología y sistema operativo para una conectividad sin restricciones con iPhones y iPads.
- Apertura del sistema “tap to pay“: La función de pago mediante contacto del iPhone deberá estar disponible para plataformas de terceros, facilitando la competencia en el sector financiero digital.
- Proceso de respuesta a desarrolladores: Se impone un cronograma para que Apple atienda solicitudes de interoperabilidad de desarrolladores externos, promoviendo una mayor equidad en el mercado.
Estas medidas responden a los principios de la DMA, cuyo objetivo es evitar que las grandes empresas tecnológicas limiten la innovación o dificulten la entrada de nuevos competidores.
Respuesta de Apple
La compañía ha manifestado su desacuerdo con la regulación, argumentando que la apertura obligatoria de su ecosistema podría comprometer la seguridad y experiencia del usuario. Además, sostiene que estos cambios ralentizarán la innovación y obligarán a compartir funcionalidades con competidores que no están sujetos a las mismas normas.
A pesar de estas preocupaciones, Apple ha destinado 500 ingenieros para garantizar el cumplimiento de la normativa y evitar posibles sanciones.
Impacto y próximos pasos
El cumplimiento de estas nuevas reglas podría cambiar significativamente la forma en que Apple opera en Europa. La empresa deberá ajustar sus políticas para evitar posibles sanciones, mientras que los desarrolladores y fabricantes de hardware podrían beneficiarse de un acceso más amplio a sus servicios.
La Comisión Europea supervisará la implementación de estos cambios, asegurando que Apple cumpla con las disposiciones en los plazos establecidos. De no hacerlo, la empresa podría enfrentar multas de hasta el 10 % de su facturación global, según lo estipulado por la Ley de Mercados Digitales.
El desenlace de este proceso marcará un precedente en la regulación tecnológica en Europa y podría influir en futuras políticas aplicadas a otras grandes empresas del sector.
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