Menos de cuatro años después de la salida de Angela Merkel, Alemania ha vuelto a depositar su confianza en la Unión Cristianodemócrata (CDU), liderada por Friedrich Merz, quien se convierte en el décimo canciller alemán de la posguerra. Con casi 29% de los votos, la CDU ha superado incluso los resultados obtenidos por Olaf Scholz en 2021, según datos preliminares.
El adelanto electoral se produjo tras la pérdida de la cuestión de confianza por parte de Scholz en noviembre pasado, en medio de una economía en recesión y una crisis energética derivada de la guerra en Ucrania. La participación en estos comicios ha sido histórica, alcanzando un 84%, el nivel más alto desde la reunificación alemana.
El hundimiento del socialismo
El gobierno de coalición liderado por Scholz, conocido como la “coalición semáforo”, se desmoronó tras la destitución del ministro de Finanzas Christian Lindner, líder del FDP. En solo un período de gobierno, los socialdemócratas pasaron del 25.74% de los votos en 2021 a solo 16%, su peor resultado desde su fundación en 1887.
La recesión alemana y la dependencia energética del gas ruso, agravadas por la guerra en Ucrania, afectaron la imagen de Scholz, quien no logró recuperar la estabilidad económica del país.
Un giro conservador
Merz, un político experimentado y crítico de Merkel, asumirá el desafío de unir a la CDU, formar alianzas estratégicas y recuperar la economía alemana. Su liderazgo marcará un cambio de rumbo en la política del país, alejándose de las estrategias socialdemócratas que dominaron Alemania en las últimas décadas.
Si logra estabilizar la economía, podría consolidar una nueva era para los conservadores. Si fracasa, quedará en la historia como el hombre que esperó demasiado para gobernar.
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